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En los bancos de las escuelas y las universidades, En el cotidiano trabajo de las fabricas y comercios, En el duro oficio de labrar la tierra, En las plazas, esquinas, bares y fiestas, En las tribunas y murgas, decimos: PRESENTES! Somos jovenes que damos la cara por la Argentina que queremos. Somos comunista porque vamos abrazados con el futuro, en busca de la liberacion nacional. Somos opositores a la sociedad capitalista que no tiene perspectiva para los jovenes y solo nos ofrece desilusion y explotacion. Somos duros contra el imperialismo por eso, estamos firmes con Chavez y Fidel... ...por mañanas de sol y socialismo.

jueves, 23 de julio de 2009

Reflexiones del compañero Fidel: El 30 Aniversario Sandinista y la propuesta de San José

Reflexiones del compañero Fidel: El 30 Aniversario Sandinista y la propuesta de San José

El líder de la Revolución Cubana afirma que tras semanas de enérgica resistencia del pueblo hondureño contra el golpe de Estado organizado contra su presidente Manuel Zelaya, los Estados Unidos, para ganar tiempo, asignaron a Oscar Arias, Presidente de Costa Rica, la tarea de auxiliar a los golpistas en Honduras, asediados por la vigorosa, pero pacífica presión popular.

El golpe de Estado de Honduras, promovido por la extrema derecha de Estados Unidos —que mantenía en Centroamérica la estructura creada por Bush— y apoyado por el Departamento de Estado, evolucionaba mal por la enérgica resistencia del pueblo.
La criminal aventura, condenada de forma unánime por la opinión mundial y los organismos internacionales, no podía sostenerse.
El recuerdo de las atrocidades cometidas en décadas recientes por las tiranías que Estados Unidos promovió, instruyó y armó en nuestro hemisferio, estaba todavía fresco.
Los esfuerzos del imperio se encaminaron durante la administración de Clinton y en los años subsiguientes al plan de imponer el TLC a todos los países de América Latina a través de las llamadas Cumbres de las Américas.
El intento de comprometer al hemisferio con un acuerdo de libre comercio fracasó. Las economías de otras regiones del mundo crecieron a buen ritmo y el dólar perdía su hegemonía exclusiva como divisa privilegiada. La brutal crisis financiera mundial complicó la situación. En esas circunstancias se produjo el golpe militar en Honduras, uno de los países más pobres del hemisferio.
Tras dos semanas de creciente lucha popular, Estados Unidos maniobró para ganar tiempo. El Departamento de Estado asignó a Oscar Arias, Presidente de Costa Rica, la tarea de auxiliar al golpe militar en Honduras, asediado por la vigorosa, pero pacífica presión popular. Nunca un hecho similar en América Latina había recibido tal respuesta.
En los cálculos del Gobierno de Estados Unidos pesaba el hecho de que Arias ostentaba el título de Premio Nobel de la Paz.
La historia real de Oscar Arias indica que se trata de un político neoliberal, talentoso y con facilidad de palabras, sumamente calculador y aliado fiel de Estados Unidos.
Desde los primeros años del triunfo de la Revolución Cubana, el gobierno de Estados Unidos utilizó a Costa Rica y le asignó recursos para presentarla como una vitrina de los avances sociales que se podían lograr bajo el capitalismo.
Ese país centroamericano fue utilizado como base por el imperialismo para los ataques piratas contra Cuba. Miles de técnicos y graduados universitarios cubanos fueron sustraídos a nuestro pueblo, que estaba ya sometido a cruel bloqueo, para prestar servicios en Costa Rica. Las relaciones entre Costa Rica y Cuba se han restablecido en fecha reciente; fue uno de los dos últimos países del hemisferio en hacerlo, lo cual nos satisface, pero no por ello debo dejar de expresar lo que pienso en este momento histórico de nuestra América.
Arias, procedente del sector rico y dominante de Costa Rica, estudió Derecho y Economía en un centro universitario de su país, cursó estudios y se graduó después como Master en Ciencias Políticas en la Universidad Inglesa de Essex, donde finalmente recibió el título de Doctor en Ciencias Políticas. Con tales laureles académicos el presidente José Figueres Ferrer, del Partido Liberación Nacional, lo nombró asesor en 1970, a los 30 años de edad, y poco después lo designó Ministro de Planificación, cargo en el que fue ratificado por el Presidente que le siguió, Daniel Oduber. En 1978 ingresa al Congreso como Diputado de ese Partido. Asciende luego a Secretario General en 1979, y es Presidente por primera vez en 1986.
Años antes del triunfo de la Revolución Cubana, un movimiento armado de la burguesía nacional de Costa Rica, bajo la dirección de José Figueres Ferrer, padre del presidente Figueres Olsen, había eliminado el pequeño ejército golpista de ese país y su lucha contó con las simpatías de los cubanos. Cuando combatíamos en la Sierra Maestra contra la tiranía batistiana, recibimos del Partido de Liberación creado por Figueres Ferrer algunas armas y municiones, pero era demasiado amigo de los yanquis y pronto rompió con nosotros. No debe olvidarse la reunión de la OEA en San José de Costa Rica, que dio lugar a la Primera Declaración de la Habana en 1960.
Toda Centroamérica sufrió durante más de 150 años y todavía sufre desde los tiempos del filibustero William Walker, que se hizo presidente de Nicaragua en 1856, el problema del intervencionismo de Estados Unidos, que ha sido constante, aunque el pueblo heroico de Nicaragua logró ya una independencia que está dispuesto a defender hasta el último aliento. No se conoce de apoyo alguno de Costa Rica después que la alcanzó, aunque hubo un gobierno de ese país al que vísperas de la victoria de 1979, le cupo la gloria de ser solidario con el Frente Sandinista de Liberación Nacional.
Cuando Nicaragua era desangrada por la guerra sucia de Reagan, Guatemala y El Salvador habían pagado también un alto precio de vidas debido a la política intervencionista de Estados Unidos, que suministraba dinero, armas, escuelas y adoctrinamiento a las tropas represivas. Daniel nos contó que los yanquis finalmente promovieron fórmulas que pusieran fin a la resistencia revolucionaria de Guatemala y El Salvador.
Más de una vez Daniel me había comentado con amargura que Arias, cumpliendo instrucciones de Estados Unidos, había excluido a Nicaragua de las negociaciones de paz. Se reunió solo con los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala para imponerle acuerdos a Nicaragua. Expresaba por ello enorme gratitud hacia Vinicio Cerezo. Me contó igualmente que el primer acuerdo se firmó en un convento de Esquipulas, Guatemala, el 7 de agosto de 1987, después de dos días de intensas conversaciones entre los cinco presidentes centroamericanos. Nunca hablé públicamente sobre eso.
Pero esta vez, al conmemorarse el 30 Aniversario de la victoria Sandinista el 19 de julio de 1979, Daniel lo explicó todo con impresionante claridad, como lo hizo con todos los temas a lo largo de su discurso, que fue escuchado por cientos de miles de personas y transmitido por la radio y la televisión. Utilizo sus palabras textuales: "Los yanquis lo nombraron mediador. Tenemos una profunda simpatía al pueblo de Costa Rica, pero yo no puedo olvidar, en aquellos años duros el Presidente de Costa Rica convocó a los Presidentes centroamericanos y no nos invitó a nosotros..."
"Pero los otros Presidentes centroamericanos fueron más sensatos y le dijeron: Aquí no puede haber plan de paz si no está presente Nicaragua. Por la verdad histórica, el Presidente que tuvo el valor de romper el aislamiento que habían impuesto los yanquis en Centroamérica —donde les habían prohibido a los presidentes conversar con el Presidente de Nicaragua y querían una solución militar, querían acabar a través de la guerra con Nicaragua, con su revolución—, quien dio ese paso valiente fue el presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo. Esa es la historia verdadera."
De inmediato añadió: "Los yanquis corrieron a buscar al presidente Oscar Arias, ¡porque ya lo conocen!, para buscar cómo ganar tiempo, para que los golpistas comiencen a hacer demandas que son inaceptables. ¿Desde cuándo un golpista va a negociar con la persona a la que le está arrebatando sus derechos constitucionales? Esos derechos no pueden ser negociados, simplemente hay que restituir al presidente Manuel Zelaya, tal como lo dijeron los acuerdos del ALBA, del Grupo de Río, del SICA, de la OEA y de las Naciones Unidas.
"En nuestros países queremos soluciones pacíficas. La batalla que está librando el pueblo de Honduras en este momento es una batalla pacífica, para evitar más dolor del que ya se ha producido en Honduras", concluyó textualmente Daniel.
En virtud de la guerra sucia ordenada por Reagan y que en parte —me dijo él— fue costeada con drogas enviadas a Estados Unidos, perdieron la vida más de 60 mil personas y sufrieron invalidez otras 5 800. La guerra sucia de Reagan dio lugar a la destrucción y el abandono de 300 escuelas y 25 centros de salud; 150 maestros fueron asesinados. El costo ascendió a decenas de miles de millones de dólares. Nicaragua disponía solo de 3,5 millones de habitantes, dejó de recibir el combustible que le enviaba la URSS y la economía se hizo insostenible. Convocó a las elecciones e incluso las adelantó, y respetó lo decidido por el pueblo, que había perdido toda esperanza de preservar las conquistas de la Revolución. Casi 17 años después, los sandinistas regresaron victoriosos al gobierno; hace solo dos días conmemoraban el 30 aniversario de la primera victoria.
El sábado 18 de julio el Premio Nobel propuso los conocidos 7 puntos de la iniciativa personal de paz que restaba autoridad a las decisiones de la ONU y la OEA, y equivalían a un acta de rendición de Manuel Zelaya, que le restaban simpatía y debilitarían el apoyo popular. El Presidente Constitucional envió lo que calificó de ultimátum a los golpistas, que los representantes suyos debían presentar, anunciando a la vez su regreso a Honduras para el domingo 19 de julio por cualquier departamento de ese país.
En horas del mediodía de ese domingo, se produce en Managua el gigantesco acto sandinista con históricas denuncias a la política de Estados Unidos. Eran verdades que no podían dejar de ser trascendentes.
Lo peor es que Estados Unidos estaba encontrando resistencia del gobierno golpista a su maniobra edulcorante. Estaría por precisar el momento en que el Departamento de Estado envía por su parte un fuerte mensaje a Micheletti, y si los jefes militares fueron advertidos de las posiciones del Gobierno de Estados Unidos.
Lo real es que para quien siguiera de cerca los hechos, Micheletti estaba insubordinado contra la paz el lunes. Su representante en San José, Carlos López Contreras, había declarado que la propuesta de Arias no podía ser discutida, pues el primer punto, es decir, el restablecimiento de Zelaya, no era negociable. El gobierno civil golpista había tomado en serio su papel y no se percataba siquiera de que Zelaya, privado de toda autoridad, no constituía riesgo alguno para la oligarquía y políticamente sufriría un duro golpe si aceptaba la propuesta del Presidente de Costa Rica.
El propio domingo 19, cuando Arias pide otras 72 horas para explicar su posición, la señora Clinton habla telefónicamente con Micheletti y sostiene lo que el portavoz Philip Crowley califica de una "llamada dura". Algún día se conocerá qué le dijo, pero bastaría ver la cara de Micheletti cuando habló en una reunión de su gobierno, el lunes 20 de julio: parecía realmente la de un niño de kindergarten regañado por la maestra. A través de Telesur pude ver las imágenes y los discursos de la reunión. Otras imágenes transmitidas fueron las de los representantes de la OEA pronunciando sus discursos en el seno de esa institución, comprometiéndose a esperar la última palabra del Nobel de la Paz el miércoles. ¿Sabían o no lo que la Clinton le había dicho a Micheletti? Tal vez sí, o tal vez, no. Quizás algunos, aunque no todos, lo conocían. Hombres, instituciones y conceptos se habían convertido en instrumentos de la alta y arrogante política de Washington. Nunca un discurso en el seno de la OEA brilló con tanta dignidad como las breves, pero valientes y brillantes palabras de Roy Chaderton, embajador de Venezuela, en esa reunión.
Mañana aparecerá la pétrea imagen de Oscar Arias explicando que han elaborado tal y mas cual propuesta de solución para evitar violencia. Pienso que hasta el propio Arias ha caído en la gran trampa montada por el Departamento de Estado. Veremos qué hace mañana.
Sin embargo, el pueblo de Honduras es quien dirá la última palabra. Representantes de las organizaciones sociales y de las nuevas fuerzas no son instrumentos de nadie dentro o fuera del país, conocen las necesidades y sufrimientos del pueblo; sus conciencias y su temple se han multiplicado; muchos ciudadanos que eran indolentes se han sumado; los propios afiliados honestos de los partidos tradicionales que creen en la libertad, la justicia y la dignidad humana juzgarán a los líderes a partir de la posición que adoptaron en este minuto histórico.
No se conoce todavía cuál sería la actitud de los militares frente a los ultimátums yanquis, y qué mensajes les llegan a los oficiales; solo hay un punto de referencia patriótica y honorable: la lealtad al pueblo, que ha soportado con heroísmo las bombas lacrimógenas, los golpes y los disparos.
Sin que nadie pueda asegurar cuál será el último capricho del imperio, si a partir de las últimas decisiones adoptadas Zelaya regresa legal o ilegalmente, sin duda que los hondureños le harán un gran recibimiento porque será una medida de la victoria que ya han alcanzado con sus luchas. ¡Nadie dude de que solo el pueblo hondureño será capaz de construir su propia historia!


Fidel Castro Ruz
Julio 21 de 2009
8 y 55 p.m.

Federacion Juvenil Comunista
Merlo

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Viva la Revolucion Sandinista!!!!

El Negrito Avellaneda militante de la Federación Juvenil Comunista.

El Negrito Avellaneda , militante de la Federación Juvenil Comunista. Secuestrado a los quince años de edad por el Ejército Argentino el 15 de abril de 1976, su cadáver apareció flotando cerca de Montevideo. A pesar de ser identificado, su cuerpo fue robado por el Ejército Uruguayo que lo mantiene desaparecido. El 27 de abril de 2009 comienza el juicio que además de su familia, tiene como querellantes al Partido Comunista y a la Federación Juvenil Comunista.

negrito avellaneda parte 1

negrito avellaneda parte 2

Genocidio israelí en Gaza (EEUU y UE complices)

Bolivia para todos

El origen de las farc - RIOCHIQUITO

Intervencion diputado laborista en el parlamento britanico MASACRE DE GAZA


La fundación de la Federación Juvenil Comunista viene de la mano de la del Partido. Nos situamos en la Argentina de principios del siglo XX, en tiempos en que se producía una escisión en el III Congreso Extraordinario del Partido Socialista (PS), que dio origen, impulsado entre otras razones por la reciente Revolución rusa, al Partido Socialista Internacional (PSI, que más tarde se llamó Partido Comunista), el 6 de enero de 1918. La creación del Partido Comunista fue un acto de rebeldía, fundamentalmente juvenil, contra el reformismo de un Partido Socialista que había abandonado la lucha por la revolución hacía tiempo y que se sumó a la oligarquía en su política pro-británica en la 1º Guerra Mundial.

La Federación de Juventudes Socialistas, de donde habían surgido los principales dirigentes del PS se suma a la creación del PSI, y acompaña al movimiento de la Reforma Universitaria de 1918. Finalmente, la fundación de la Federación Juvenil Comunista tiene cita el 12 de abril de 1921.

En seguida se organizan centros juveniles en los barrios, y en mayo aparece el primer periódico: "Juventud Comunista". En estos primeros pasos de organización, la vida parlamentaria se desarrolla mucho, tal vez quitándole cierta fuerza a los movimientos populares. Pero la gran crisis del Capitalismo de 1929 impulsa la línea de "Clase contra Clase" de la III Internacional Comunista, que nos influye aproximadamente hasta 1936. Dentro de este marco, el Partido y La Fede se insertan fuertemente en el movimiento Obrero y, con "Insurrexit", agrupación universitaria comunista, el marxismo revolucionario se instala como una corriente con perfil propio en el Movimiento Estudiantil. Son los años de mayor penetración del proyecto comunista en la clase obrera: las huelgas petrolera, de la carne, de la madera y de la construcción son algunas de las grandes batallas que los comunistas dirigen contra el capital imperialista y la dictadura surgida del golpe del ´30.

Para el año 1936 comienza la Guerra Civil Española y el avance del fascismo en el mundo. Esto vuelca al movimiento comunista internacional con muchísima fuerza a la lucha contra el fascismo y la articulación de frentes antifascistas. Esto logró oponerle una fuerza importante a los avances del fascismo en el orden mundial. La Fede en todo el país realizó grandes trabajos de agitación, con pintadas, volanteadas o con compañeros que simplemente se paraban en las esquinas sobre un cajón a dar discursos contra el fascismo, por la República Española, hasta que la policía los arrestaba o hasta que lograban evadirla y vuelta, a las cuatro o cinco cuadras, a poner nuevamente el cajón, y sobre él al compañero y con él la arenga, el mensaje a nuestro pueblo. En esos años La Fede también impulsa las llamadas "Transformadas", clubes barriales donde se desarrollan actividades para la difusión del antifascismo y de tipo recreativo (bailes, biblioteca, etc.), todo cargado de un fuerte sentimiento antiimperialista. Para el ´43. con la CGT partida en dos, desde la Secretaría de Trabajo de un gobierno golpista, Perón empieza a dar respuesta a los reclamos del Movimiento obrero, trabajando con cada uno de los sindicatos por separado, para ganarlos para un proyecto de capitalismo distributivo y pacto social. El Partido y La Fede se pronuncian contra el golpe de estado del ´43 y libran durísimas batallas por la supervivencia ante un estado represor y con fuerte operatoria política al mismo tiempo.

Los esfuerzos de la táctica del frente antifascista llevaron a que caractericemos a Perón como fascista, lo que resultó un error que nos llevó a unirnos con sectores socialistas, radicales y conservadores antifascistas en la Unión democrática para disputar las elecciones del ´46 con Perón. Esto nos impidió parar una alternativa revolucionaria ante los proyectos liberales y de tercera posición, lo que posibilitó que el peronismo nos disputara la inserción en el movimiento obrero y popular.

Esta caracterización se sostenía, entre otras cosas, por la política represiva del gobierno peronista contra los comunistas: en poco tiempo, cayeron presos alrededor de dos mil camaradas y el movimiento estudiantil fue duramente reprimido.

Nuestras apreciaciones sobre esta etapa fueron revisadas en profundidad en el congreso partidario de 1986, cuyas conclusiones determinaron que habíamos "desligado la táctica del momento, de la estrategia revolucionaria" y fue en ese mismo congreso en donde realizamos lo que se conoció como el viraje revolucionario.

En los años subsiguientes al golpe gorila que hizo caer a Perón, encontramos el gran crecimiento de La Fede en el Movimiento Estudiantil. En 1958 con el gobierno de Frondizi, comienza la lucha contra el Articulo 18 ("laica o libre), que era una ley que permitía la apertura de universidades privadas, y el otorgamiento de títulos por parte de entidades educativas también privadas. Por la laica peleábamos, junto a los docentes, en todos los colegios y universidades del país. En ese momento se crean la FEMES (Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios) y la CAES (Coordinadora Argentina de Estudiantes Secundarios), que eran dirigidas mayormente por compañeros de La Fede, al igual que la FUA (Federación Universitaria Argentina), lo que nos llevó a tener, sin lugar a duda, un papel preponderante en esta lucha. Miles de círculos de La Fede se formaron en ese momento. Sin embargo, este conflicto lo perdimos y la ley se sancionó.

Esta lucha dejó un saldo organizativo muy positivo de los estudiantes. La Fede, con una política antiimperialista y con un fuerte sentimiento internacionalista, se manifestó, con los estudiantes, contra del desembarco de los yanquis en santo Domingo, y en apoyo a Cuba, organizando importantes movilizaciones.

Con el golpe de Onganía en el ´66, hubo una impresionante protesta estudiantil, con varias escuelas y facultades tomadas, que terminó con "La noche de los bastones largos". Se va acumulando bronca, en un marco de organización estudiantil, en el cual La Fede jugaba un papel de conducción decisivo. En las ciudades en las cuales los estudiantes vivían en comunidades, es donde la idea de la unión obrero-estudiantil se hace más fuerte, y la resistencia a la dictadura es más aguerrida, culminando con el Rosariazo y el Cordobazo en 1969.

Posteriormente, el Partido impulsa el "Encuentro Nacional de los Argentinos" donde participan sectores de los partidos tradicionales y algunas figuras legendarias como el gringo Agustín tosco. El ENA no consiguió quebrar la maniobra política de parar las luchas con el llamado a elecciones pero quedó en la historia por haber generado la celebre consigna "El pueblo unido jamás será vencido", que dio la vuelta al mundo, como bandera de los que resistimos.

Es también La Fede una de las principales organizaciones promotoras de la "Coordinadora de Juventudes Políticas", formada en medio de las luchas contra la dictadura de Onganía, que constituyó una de las más importantes expresiones de unidad de la izquierda de aquellos años. Desde principios de los ´60 con el impacto de la Revolución cubana (´59), la traición del gobierno de Frondizi (´58) y la represión creciente que asolaba el país, surgieron nuevas organizaciones de izquierda, fundamentalmente juveniles. Algunas por dentro de los partidos tradicionales (la Juventud radical y la Juventud peronista), y otras por fuera incluso de la izquierda tradicional. Es entre 1969 y 1973 cuando casi todas estas fuerzas consiguieron mantener un grado de unidad que fructificó en los avances logrados al interior de la FUA y una serie de acciones que impactaron el escenario político nacional, como la impresionante movilización en repudio al golpe de estado en Chile que marcó acaso el pico más alto de la movilización política de la izquierda de esos años.

Las diferencias del proyecto político fueron debilitando a la Coordinadora que llegó hasta el golpe del 24 de marzo, luchando contra él públicamente, solo sostenida por La Fede y la Juventud radical. La Juventud guevarista (del PRT/ERP) no la llegó a integrar formalmente nunca y la Juventud Peronista de las regionales (de Montoneros) se retiró cuando esa fuerza pasó a la clandestinidad. La división de la Coordinadora de Juventudes Políticas grafica el drama de una generación capaz de gestar los mayores actos de impugnación activa al sistema capitalista en Argentina pero que no pudo superar la herencia de división que arrastra la izquierda. El rito de autoproclamarse vanguardia por cada uno de las fuerzas existentes dificultó aún más la construcción en común de un proyecto revolucionario que superara el reformismo del Partido comunista de aquella época, el vanguardismo armado de PRT/ERP y el seguidismo a un proyecto burgués como el peronista de Montoneros.

Así fue que de la alegría del ´73 llegamos a la tragedia colectiva del ´76 con sus miles y miles de víctimas, mayoritariamente jóvenes.

Aún en las duras condiciones que impuso la dictadura y con el problema de línea del partido de sobrestimar las diferencias entre los militares y debilitar la unidad de la izquierda, La Fede de esos años juega heroicas batallas para recuperar los presos y desaparecidos de las garras de los genocidas. Fueron miles los comunistas perseguidos, cientos de presos, desaparecidos y asesinados por la dictadura. La lucha por los derechos humanos, el esfuerzo por mantener vivo al movimiento obrero y estudiantil, la propia batalla por mantener viva a La Fede en medio del horror son algunos de los méritos de esta fuerza juvenil en los momentos más duros para la lucha revolucionaria. Los años ´80, con la vuelta de la democracia son los primeros años de reconstrucción del movimiento juvenil: de la fuerza estudiantil, obrera y popular. Se recomponen las Juventudes Políticas y se fortalece la solidaridad con Nicaragua, con El Salvador y con Chile que enfrenta a Pinochet en las calles. Nuevamente La Fede se destaca por su internacionalismo revolucionario, abrazando ya en esas épocas las mejores tradiciones del comandante Ernesto Che Guevara.

Junto con ello comienzan en el Partido los esfuerzos por comprender los errores frente a la dictadura y por modificar de raíz la cultura política de "Frente Democrático Nacional". Así, La Fede se incorpora apasionadamente al proceso de viraje revolucionario que desata la preparación del XVI Congreso del Partido Comunista en 1985. Tanto es su compromiso, que La Fede tiene el primer mártir del viraje: Marcelo Feito, quien cae combatiendo en El Salvador junto al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, el 16 de septiembre de 1987.

Apenas puesta a andar la nueva línea definida en el XVI Congreso, que rompe con la idea de la vanguardia autoproclamada, que diseña la estrategia de poder popular y unidad de las izquierdas, cuando formamos el Frente del Pueblo, el Frente Amplio de Liberación y la primera Izquierda Unida, constituimos, en la universidad, el Frente Amplio Estudiantil Santiago Pampillón, avanzamos en la lucha contra el gatillo fácil, etcétera. La historia parece estallar en un giro de locura: el campo socialista encabezado por la Unión soviética colapsa y comienza un penoso proceso de regresión al capitalismo. "Todo lo sólido se desvanece en el aire" había escrito Marx y la propia izquierda parecía darle razón. El movimiento revolucionario se estremece y son miles los que no soportan la presión triunfalista de un capitalismo que parecía haber alcanzado el fin de la historia.

Muchos eligen inclinarse hacia la maniobra de subordinar a la izquierda a un proyecto de integración por la vía de "una nueva forma de hacer política" que empieza en el vuelco a la derecha del Frente Grande de Chacho Alvarez, luego Frepaso con Meijide y termina en la candidatura conservadora de De La Rúa y su patético desenlace. Desde la soberbia de los conversos se exigía la disolución de las fuerzas revolucionarias y se descalificaban los esfuerzos por organizar colectivamente la lucha y los sueños revolucionarios.

Contra esa dictadura del pensamiento único nos rebelamos en esos años salvando al Partido Comunista y a La Fede de los promotores de la claudicación y manteniendo el rumbo revolucionario trazado en el XVI Congreso y ratificado en los sucesivos. Esta firmeza en las convicciones revolucionarias que nos fundaron, esa coherencia con el esfuerzo heroico de los miles y miles de jóvenes que pasaron por las filas de La Fede, y esa firme creencia en la nueva etapa que abrió el viraje, fue lo que nos permitió llegar al año de la Rebelión Popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 parados como una fuerza que supo estar a la altura de las circunstancias y que aportó muchísimo a gestar un Movimiento Popular como el que se gestó en la Argentina, casi secretamente, en la década del aplastante triunfalismo menemista y del engaño gatopardista de la Alianza. La Rebelión Popular de diciembre, otro hito histórico de nuestro país, también tuvo como protagonistas en todo el territorio nacional a La Fede y al Partido, gritando el "que se vayan todos" en las calles junto a nuestro pueblo, resistiendo la represión asesina que incluso arrancó la vida de nuestra camarada Graciela Acosta, y festejando la caída de De la Rúa y Cavallo.

Fue a partir de este hecho, que empezó una carrera descomunal entre el bloque dominante por recomponer su gobernabilidad y su consenso y entre las fuerzas populares por gestar una alternativa política, que pudiera condensar toda la lucha de la resistencia al neoliberalismo, toda la rebeldía que se había expresado en la lucha popular, para disputar de una buena vez el poder real. El hecho de que los sectores del poder se hayan recompuesto más rápidamente no implica necesariamente que se hayan cancelado las posibilidades para la construcción de una alternativa popular. Pero también debe dejarnos en claro que la tarea principal de La Fede en esta etapa es ser capaz de aportar decididamente a la construcción de esta alternativa, siendo capaz de incorporar a los jóvenes a la lucha por la revolución desde una cultura superadora de las taras históricas que arrastra el campo popular argentino. La etapa de recomposición y de ofensiva que está teniendo el movimiento revolucionario, sobre todo en nuestro continente, nos plantea un escenario mas que alentador, lleno de posibilidades tanto para nuestra generación, como para nuestra cultura y tradición política.

Así, La Fede se fue convirtiendo en la fuerza política juvenil con más tradición de lucha en la Argentina. Esta es la Federación Juvenil Comunista, con su historia llena de heroísmo, valentía y nobleza, con sus aciertos y también con errores, pero sobre todo con una firme convicción de que cualquier situación es susceptible de modificar y que como generación estamos llamados a jugar un papel. Nuestro continente vive horas decisivas y no queremos ser simples espectadores.

Acá estamos, nunca nos fuimos pero estamos de nuevo, con el corazón caliente y orgullosos de sentirnos parte de este destacamento que sueña lucha y pelea por otro mundo mejor posible.

Un mundo socialista