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En los bancos de las escuelas y las universidades, En el cotidiano trabajo de las fabricas y comercios, En el duro oficio de labrar la tierra, En las plazas, esquinas, bares y fiestas, En las tribunas y murgas, decimos: PRESENTES! Somos jovenes que damos la cara por la Argentina que queremos. Somos comunista porque vamos abrazados con el futuro, en busca de la liberacion nacional. Somos opositores a la sociedad capitalista que no tiene perspectiva para los jovenes y solo nos ofrece desilusion y explotacion. Somos duros contra el imperialismo por eso, estamos firmes con Chavez y Fidel... ...por mañanas de sol y socialismo.

lunes, 17 de noviembre de 2008


Ahora, la pelea por el control de los fondos
Distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales, convergieron el jueves 6 de noviembre en la plaza del Congreso, para apoyar la aprobación del proyecto de Ley enviado por el Ejecutivo por el que se prevé la reestatización del sistema jubilatorio.
Entre ellas, se destacó una nutrida columna del PC encabezada por su secretario General Patricio Echegaray, que marchó con la consigna general y por “un aumento inmediato a los jubilados, por el 82 por ciento móvil”, y “contra la precariedad laboral y la evasión fiscal”.

Se trata de una posición histórica del PC, pero también de otras organizaciones, entre ellas, la CTA que también dijo presente bajo la consigna de “terminar con la estafa de las Afjp” y emitió una declaración en la que recuerda que desde su fundación, la Central “defendió un sistema de seguridad social público de reparto y cuestionó, por todos los medios, la privatización del sistema provisional”, por lo que “apoya la eliminación del sistema de capitalización y su reemplazo por un régimen de reparto”.
Entre otros dirigentes de distintas fuerzas del campo popular, se dieron cita los integrantes de la Federación de Trabajadores Jubilados y Pensionados y su titular, Elías Moure; el secretario general de la CTA Hugo Yasky, Pablo Micheli, Hugo Cachorro Godoy, Víctor De Gennaro, Juan Carlos Giuliani, Adolfo Aguirre, Víctor Mendibil, Victorio Paulón, Horacio Fernández, Daniel Jorajuría, Francisco Nenna, Daniel Barragán, Gustavo Rollandi, Stella Maldonado, Fabio Basteiro, Roberto Baradel, Carlos Chile, Cecilia Martínez, José Chapu Urreli, Norberto Gonzalo, Edgardo Llano y el intendente de Morón Martín Sabatella.
También estuvieron presentes columnas del MTL, ATE, Ctera, Suteba, el Frente Transversal Nacional y Popular, el Movimiento Barrial Bonaerense, del Movimiento de Unidad Clasista, de Patria Grande, de la Agrupación Envar El Kadri y del Movimiento Evita.
Medida estructural
Tras la marcha, Urrelli indicó que la estatización de los fondos de las jubilaciones “es una medida estructural muy profunda, en la que el gobierno avanza justo en el momento en el que tiene lugar una situación de crisis muy importante en la esfera del capitalismo”, por lo que “tiene repercusión en las propias empresas, incluyendo las Afjp, que lamentablemente se beneficiaron durante todos estos años cobrando intereses y comisiones, en lo que en verdad fue una verdadera estafa para con los trabajadores y todo el conjunto de nuestro pueblo”.Asimismo, aseveró que se trata de una medida de fondo sumamente importante, pero “sería muchos más importante si logramos que la propia ley contenga definiciones acerca de como se van a controlar los fondos, quienes serán estos controladores, que por supuesto deben ser los propios jubilados, los trabajadores, los usuarios y también el Estado”.Y recalcó que “los fondos son suficientes como para poder lograr que se otorgue el 82 por ciento móvil para todos los jubilados”, algo que, recordó, “desde hace muchos años vienen reclamando los compañeros jubilados en sus marchas de cada miércoles ante el Congreso”.
Derecha devaluada
A veces, la derecha hace gala de su astucia, se disfraza de gestión y gana elecciones, como en la Ciudad de Buenos Aires. Otras, por suerte, la derecha es decididamente impresentable. Capaz de unirse para defender los resabios más perversos del menemismo, como las AFJP que enriquecen a sus accionistas y saquean a los futuros jubilados. El miércoles 5 de noviembre, unas cinco mil personas se congregaron frente al Congreso para protestar por la decisión del gobierno de eliminar el sistema privado de jubilaciones. En realidad, se reunieron para aprovechar el contexto y acumular de cara las elecciones del año próximo; lo mismo que hicieron durante el lock out agrario, aunque ahora con muchos menos asistentes. Estuvieron los titulares de entidades del campo, dirigentes macristas, radicales y de Elisa Carrió, y el resurgido Juan Carlos Blumberg. Alfredo De Angeli, que contradijo la orden de la Federación Agraria de no asistir al acto, les avisó a las cinco mil personas presentes que la patria está en juego.
A diferencia de las marchas contra la Resolución 125, esta vez, la Federación Agraria no asistió de la mano de sus nuevos amigos, los ruralistas poderosos. Hubiera sido demasiado: la organización ha estado históricamente a favor del manejo estatal de los fondos jubilatorios. Alfredo De Angeli, titular de la sección Entre Ríos de la FAA, asistió “como ciudadano”, aunque se subió al estrado y arengó a la tropa contra el matrimonio Kirchner. “No están en peligro nuestro ahorros, sino la patria”, aseguró el Torito, aunque no quedó claro si quienes van a defender la patria son las AFJP que cobraban un tercio del aporte a sus afiliados como comisión por hacerles perder plata. El “Melli” también pronunció una de esas frases que, si hubiera sido dicha por alguien con mala prensa hubiera desatado un acatarata de críticas, pero que en boca del mimado entrerriano pasan por simpaticonas. Le advirtió a los diputados que votaran a favor del proyecto: “No van a poder volver a su pueblo y se van a arrepentir. Me dan pena sus hijos, que no se van a poder pasear por la calle”, dijo.
Sergio Bergman, principal orador, pidió una nueva revolución de mayo y la independencia, no de España, sino “de nosotros mismos”. El rabino le dio una vuelta de tuerca a la culpa judeocristiana. Y dejó fascinados a los concurrentes, en general de clase media alta, y alrededor de cinco mil, aunque el locutor anunció un pomposo veinticinco mil. Además, cuestionó a Ecuador, Bolivia y Venezuela, que “viven en una dictadura”, y aseguró: “No estamos en un frente opositor, sino en un frente para la patria”. Otra vez, un curioso uso de la patria: para oponerse a una nacionalización de recursos. Desprolija, cuestionable, a las apuradas, pero no por eso menos justa.
Que Bergman haya sido el centro de atención es significativo: el religioso está cada día más cerca de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y los rumores indican que le ofrecerán ser candidato a diputado. Alguna vez dio un discurso en una de las marchas de Blumberg, en la que cantó “seguridad” en vez de “libertad” en el himno nacional, e insistió con que la lucha contra los delincuentes no es de izquierda ni derecha, el clásico discurso de... la derecha. Asistió también a las marchas del campo y a la que pidió seguridad en San Isidro, hace dos domingos. Además, integra la ONG PensAR, que nutre de cuadros políticos al PRO y tiene ex represores entre sus filas. Evidentemente, el hombre sabe en qué espacios acumular políticamente para su probable candidatura. Frente al Congreso se presentó también el curioso “Movimiento Patriótico Nacional Previsional”, que difunde sus comunicados a través del periódico fascista Tiempo Militar. Todo el arco de la derecha a pleno, como en los tiempos del lock out agrario, pero en versión devaluada. Y cantando, con un alto grado de cinismo teniendo en cuenta que algunos de sus asistentes apoyaron la dictadura militar: “Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura de los K”.

Viva la Revolucion Sandinista!!!!

El Negrito Avellaneda militante de la Federación Juvenil Comunista.

El Negrito Avellaneda , militante de la Federación Juvenil Comunista. Secuestrado a los quince años de edad por el Ejército Argentino el 15 de abril de 1976, su cadáver apareció flotando cerca de Montevideo. A pesar de ser identificado, su cuerpo fue robado por el Ejército Uruguayo que lo mantiene desaparecido. El 27 de abril de 2009 comienza el juicio que además de su familia, tiene como querellantes al Partido Comunista y a la Federación Juvenil Comunista.

negrito avellaneda parte 1

negrito avellaneda parte 2

Genocidio israelí en Gaza (EEUU y UE complices)

Bolivia para todos

El origen de las farc - RIOCHIQUITO

Intervencion diputado laborista en el parlamento britanico MASACRE DE GAZA


La fundación de la Federación Juvenil Comunista viene de la mano de la del Partido. Nos situamos en la Argentina de principios del siglo XX, en tiempos en que se producía una escisión en el III Congreso Extraordinario del Partido Socialista (PS), que dio origen, impulsado entre otras razones por la reciente Revolución rusa, al Partido Socialista Internacional (PSI, que más tarde se llamó Partido Comunista), el 6 de enero de 1918. La creación del Partido Comunista fue un acto de rebeldía, fundamentalmente juvenil, contra el reformismo de un Partido Socialista que había abandonado la lucha por la revolución hacía tiempo y que se sumó a la oligarquía en su política pro-británica en la 1º Guerra Mundial.

La Federación de Juventudes Socialistas, de donde habían surgido los principales dirigentes del PS se suma a la creación del PSI, y acompaña al movimiento de la Reforma Universitaria de 1918. Finalmente, la fundación de la Federación Juvenil Comunista tiene cita el 12 de abril de 1921.

En seguida se organizan centros juveniles en los barrios, y en mayo aparece el primer periódico: "Juventud Comunista". En estos primeros pasos de organización, la vida parlamentaria se desarrolla mucho, tal vez quitándole cierta fuerza a los movimientos populares. Pero la gran crisis del Capitalismo de 1929 impulsa la línea de "Clase contra Clase" de la III Internacional Comunista, que nos influye aproximadamente hasta 1936. Dentro de este marco, el Partido y La Fede se insertan fuertemente en el movimiento Obrero y, con "Insurrexit", agrupación universitaria comunista, el marxismo revolucionario se instala como una corriente con perfil propio en el Movimiento Estudiantil. Son los años de mayor penetración del proyecto comunista en la clase obrera: las huelgas petrolera, de la carne, de la madera y de la construcción son algunas de las grandes batallas que los comunistas dirigen contra el capital imperialista y la dictadura surgida del golpe del ´30.

Para el año 1936 comienza la Guerra Civil Española y el avance del fascismo en el mundo. Esto vuelca al movimiento comunista internacional con muchísima fuerza a la lucha contra el fascismo y la articulación de frentes antifascistas. Esto logró oponerle una fuerza importante a los avances del fascismo en el orden mundial. La Fede en todo el país realizó grandes trabajos de agitación, con pintadas, volanteadas o con compañeros que simplemente se paraban en las esquinas sobre un cajón a dar discursos contra el fascismo, por la República Española, hasta que la policía los arrestaba o hasta que lograban evadirla y vuelta, a las cuatro o cinco cuadras, a poner nuevamente el cajón, y sobre él al compañero y con él la arenga, el mensaje a nuestro pueblo. En esos años La Fede también impulsa las llamadas "Transformadas", clubes barriales donde se desarrollan actividades para la difusión del antifascismo y de tipo recreativo (bailes, biblioteca, etc.), todo cargado de un fuerte sentimiento antiimperialista. Para el ´43. con la CGT partida en dos, desde la Secretaría de Trabajo de un gobierno golpista, Perón empieza a dar respuesta a los reclamos del Movimiento obrero, trabajando con cada uno de los sindicatos por separado, para ganarlos para un proyecto de capitalismo distributivo y pacto social. El Partido y La Fede se pronuncian contra el golpe de estado del ´43 y libran durísimas batallas por la supervivencia ante un estado represor y con fuerte operatoria política al mismo tiempo.

Los esfuerzos de la táctica del frente antifascista llevaron a que caractericemos a Perón como fascista, lo que resultó un error que nos llevó a unirnos con sectores socialistas, radicales y conservadores antifascistas en la Unión democrática para disputar las elecciones del ´46 con Perón. Esto nos impidió parar una alternativa revolucionaria ante los proyectos liberales y de tercera posición, lo que posibilitó que el peronismo nos disputara la inserción en el movimiento obrero y popular.

Esta caracterización se sostenía, entre otras cosas, por la política represiva del gobierno peronista contra los comunistas: en poco tiempo, cayeron presos alrededor de dos mil camaradas y el movimiento estudiantil fue duramente reprimido.

Nuestras apreciaciones sobre esta etapa fueron revisadas en profundidad en el congreso partidario de 1986, cuyas conclusiones determinaron que habíamos "desligado la táctica del momento, de la estrategia revolucionaria" y fue en ese mismo congreso en donde realizamos lo que se conoció como el viraje revolucionario.

En los años subsiguientes al golpe gorila que hizo caer a Perón, encontramos el gran crecimiento de La Fede en el Movimiento Estudiantil. En 1958 con el gobierno de Frondizi, comienza la lucha contra el Articulo 18 ("laica o libre), que era una ley que permitía la apertura de universidades privadas, y el otorgamiento de títulos por parte de entidades educativas también privadas. Por la laica peleábamos, junto a los docentes, en todos los colegios y universidades del país. En ese momento se crean la FEMES (Federación Metropolitana de Estudiantes Secundarios) y la CAES (Coordinadora Argentina de Estudiantes Secundarios), que eran dirigidas mayormente por compañeros de La Fede, al igual que la FUA (Federación Universitaria Argentina), lo que nos llevó a tener, sin lugar a duda, un papel preponderante en esta lucha. Miles de círculos de La Fede se formaron en ese momento. Sin embargo, este conflicto lo perdimos y la ley se sancionó.

Esta lucha dejó un saldo organizativo muy positivo de los estudiantes. La Fede, con una política antiimperialista y con un fuerte sentimiento internacionalista, se manifestó, con los estudiantes, contra del desembarco de los yanquis en santo Domingo, y en apoyo a Cuba, organizando importantes movilizaciones.

Con el golpe de Onganía en el ´66, hubo una impresionante protesta estudiantil, con varias escuelas y facultades tomadas, que terminó con "La noche de los bastones largos". Se va acumulando bronca, en un marco de organización estudiantil, en el cual La Fede jugaba un papel de conducción decisivo. En las ciudades en las cuales los estudiantes vivían en comunidades, es donde la idea de la unión obrero-estudiantil se hace más fuerte, y la resistencia a la dictadura es más aguerrida, culminando con el Rosariazo y el Cordobazo en 1969.

Posteriormente, el Partido impulsa el "Encuentro Nacional de los Argentinos" donde participan sectores de los partidos tradicionales y algunas figuras legendarias como el gringo Agustín tosco. El ENA no consiguió quebrar la maniobra política de parar las luchas con el llamado a elecciones pero quedó en la historia por haber generado la celebre consigna "El pueblo unido jamás será vencido", que dio la vuelta al mundo, como bandera de los que resistimos.

Es también La Fede una de las principales organizaciones promotoras de la "Coordinadora de Juventudes Políticas", formada en medio de las luchas contra la dictadura de Onganía, que constituyó una de las más importantes expresiones de unidad de la izquierda de aquellos años. Desde principios de los ´60 con el impacto de la Revolución cubana (´59), la traición del gobierno de Frondizi (´58) y la represión creciente que asolaba el país, surgieron nuevas organizaciones de izquierda, fundamentalmente juveniles. Algunas por dentro de los partidos tradicionales (la Juventud radical y la Juventud peronista), y otras por fuera incluso de la izquierda tradicional. Es entre 1969 y 1973 cuando casi todas estas fuerzas consiguieron mantener un grado de unidad que fructificó en los avances logrados al interior de la FUA y una serie de acciones que impactaron el escenario político nacional, como la impresionante movilización en repudio al golpe de estado en Chile que marcó acaso el pico más alto de la movilización política de la izquierda de esos años.

Las diferencias del proyecto político fueron debilitando a la Coordinadora que llegó hasta el golpe del 24 de marzo, luchando contra él públicamente, solo sostenida por La Fede y la Juventud radical. La Juventud guevarista (del PRT/ERP) no la llegó a integrar formalmente nunca y la Juventud Peronista de las regionales (de Montoneros) se retiró cuando esa fuerza pasó a la clandestinidad. La división de la Coordinadora de Juventudes Políticas grafica el drama de una generación capaz de gestar los mayores actos de impugnación activa al sistema capitalista en Argentina pero que no pudo superar la herencia de división que arrastra la izquierda. El rito de autoproclamarse vanguardia por cada uno de las fuerzas existentes dificultó aún más la construcción en común de un proyecto revolucionario que superara el reformismo del Partido comunista de aquella época, el vanguardismo armado de PRT/ERP y el seguidismo a un proyecto burgués como el peronista de Montoneros.

Así fue que de la alegría del ´73 llegamos a la tragedia colectiva del ´76 con sus miles y miles de víctimas, mayoritariamente jóvenes.

Aún en las duras condiciones que impuso la dictadura y con el problema de línea del partido de sobrestimar las diferencias entre los militares y debilitar la unidad de la izquierda, La Fede de esos años juega heroicas batallas para recuperar los presos y desaparecidos de las garras de los genocidas. Fueron miles los comunistas perseguidos, cientos de presos, desaparecidos y asesinados por la dictadura. La lucha por los derechos humanos, el esfuerzo por mantener vivo al movimiento obrero y estudiantil, la propia batalla por mantener viva a La Fede en medio del horror son algunos de los méritos de esta fuerza juvenil en los momentos más duros para la lucha revolucionaria. Los años ´80, con la vuelta de la democracia son los primeros años de reconstrucción del movimiento juvenil: de la fuerza estudiantil, obrera y popular. Se recomponen las Juventudes Políticas y se fortalece la solidaridad con Nicaragua, con El Salvador y con Chile que enfrenta a Pinochet en las calles. Nuevamente La Fede se destaca por su internacionalismo revolucionario, abrazando ya en esas épocas las mejores tradiciones del comandante Ernesto Che Guevara.

Junto con ello comienzan en el Partido los esfuerzos por comprender los errores frente a la dictadura y por modificar de raíz la cultura política de "Frente Democrático Nacional". Así, La Fede se incorpora apasionadamente al proceso de viraje revolucionario que desata la preparación del XVI Congreso del Partido Comunista en 1985. Tanto es su compromiso, que La Fede tiene el primer mártir del viraje: Marcelo Feito, quien cae combatiendo en El Salvador junto al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, el 16 de septiembre de 1987.

Apenas puesta a andar la nueva línea definida en el XVI Congreso, que rompe con la idea de la vanguardia autoproclamada, que diseña la estrategia de poder popular y unidad de las izquierdas, cuando formamos el Frente del Pueblo, el Frente Amplio de Liberación y la primera Izquierda Unida, constituimos, en la universidad, el Frente Amplio Estudiantil Santiago Pampillón, avanzamos en la lucha contra el gatillo fácil, etcétera. La historia parece estallar en un giro de locura: el campo socialista encabezado por la Unión soviética colapsa y comienza un penoso proceso de regresión al capitalismo. "Todo lo sólido se desvanece en el aire" había escrito Marx y la propia izquierda parecía darle razón. El movimiento revolucionario se estremece y son miles los que no soportan la presión triunfalista de un capitalismo que parecía haber alcanzado el fin de la historia.

Muchos eligen inclinarse hacia la maniobra de subordinar a la izquierda a un proyecto de integración por la vía de "una nueva forma de hacer política" que empieza en el vuelco a la derecha del Frente Grande de Chacho Alvarez, luego Frepaso con Meijide y termina en la candidatura conservadora de De La Rúa y su patético desenlace. Desde la soberbia de los conversos se exigía la disolución de las fuerzas revolucionarias y se descalificaban los esfuerzos por organizar colectivamente la lucha y los sueños revolucionarios.

Contra esa dictadura del pensamiento único nos rebelamos en esos años salvando al Partido Comunista y a La Fede de los promotores de la claudicación y manteniendo el rumbo revolucionario trazado en el XVI Congreso y ratificado en los sucesivos. Esta firmeza en las convicciones revolucionarias que nos fundaron, esa coherencia con el esfuerzo heroico de los miles y miles de jóvenes que pasaron por las filas de La Fede, y esa firme creencia en la nueva etapa que abrió el viraje, fue lo que nos permitió llegar al año de la Rebelión Popular del 19 y 20 de diciembre de 2001 parados como una fuerza que supo estar a la altura de las circunstancias y que aportó muchísimo a gestar un Movimiento Popular como el que se gestó en la Argentina, casi secretamente, en la década del aplastante triunfalismo menemista y del engaño gatopardista de la Alianza. La Rebelión Popular de diciembre, otro hito histórico de nuestro país, también tuvo como protagonistas en todo el territorio nacional a La Fede y al Partido, gritando el "que se vayan todos" en las calles junto a nuestro pueblo, resistiendo la represión asesina que incluso arrancó la vida de nuestra camarada Graciela Acosta, y festejando la caída de De la Rúa y Cavallo.

Fue a partir de este hecho, que empezó una carrera descomunal entre el bloque dominante por recomponer su gobernabilidad y su consenso y entre las fuerzas populares por gestar una alternativa política, que pudiera condensar toda la lucha de la resistencia al neoliberalismo, toda la rebeldía que se había expresado en la lucha popular, para disputar de una buena vez el poder real. El hecho de que los sectores del poder se hayan recompuesto más rápidamente no implica necesariamente que se hayan cancelado las posibilidades para la construcción de una alternativa popular. Pero también debe dejarnos en claro que la tarea principal de La Fede en esta etapa es ser capaz de aportar decididamente a la construcción de esta alternativa, siendo capaz de incorporar a los jóvenes a la lucha por la revolución desde una cultura superadora de las taras históricas que arrastra el campo popular argentino. La etapa de recomposición y de ofensiva que está teniendo el movimiento revolucionario, sobre todo en nuestro continente, nos plantea un escenario mas que alentador, lleno de posibilidades tanto para nuestra generación, como para nuestra cultura y tradición política.

Así, La Fede se fue convirtiendo en la fuerza política juvenil con más tradición de lucha en la Argentina. Esta es la Federación Juvenil Comunista, con su historia llena de heroísmo, valentía y nobleza, con sus aciertos y también con errores, pero sobre todo con una firme convicción de que cualquier situación es susceptible de modificar y que como generación estamos llamados a jugar un papel. Nuestro continente vive horas decisivas y no queremos ser simples espectadores.

Acá estamos, nunca nos fuimos pero estamos de nuevo, con el corazón caliente y orgullosos de sentirnos parte de este destacamento que sueña lucha y pelea por otro mundo mejor posible.

Un mundo socialista